En la ópera prima de Kike Maíllo, se conjugan con eficacia estos posibles. Los robots de 'Eva', recuerdan más a los del 'Hombre Bicentenario' que a los de 'Sarturno 3', o 'Planeta Prohibido', no obstante, en algunos momentos de este film retrofuturista, nos recorre por la espina dorsal, un escalofrío, recordando el retrato, que algunos de los mejores realizadores de la historia del cine, como Ridley Scott, Kubrick o James Cameron, hicieron de aquellos, y de sus potencialidades más nefandas.
Encabezando el reparto, tenemos a Daniel Brülh, Marta Etura, o el inspiradísimo LLuís Homar, actor camaleónico, capaz de asquearnos con el padre pederasta de 'No Tengas Miedo', o de hacernos sentir una tierna compasión, metido en la piel de hojalata de su personaje, en 'Eva'. Los efectos especiales, son de primera línea, y esa es una buena noticia para los futuros realizadores españoles: sus fantasías, sus más exagerados sueños, podrán llevarse a las pantallas de cine y televisión.
Respecto a la trama, creo que llega a ser aburrida, guionistas. Si exceptuamos los giros del final, donde queda al descubierto lo importante de la historia, lo que ha llevado a los personajes hasta su embrollada situación, sobre todo en el medio, no es más que repetición y drama. Por momentos, llegamos a pensar que los robots, no son más que una parte del atrezzo, sin relevancia en la trama principal. No es así. Y por eso se salva. La película explora las pasiones humanas... Y las artificiales.
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Jorge Arellano
Alumno del curso de Dirección de Cine en la Escuela CEV
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