El 'cine ibérico', apuesta fuerte. No hay pasta, ya lo sabemos, y tal vez por eso, los productores, están siendo más escrupulosos a la hora de elegir historias. 'Grupo 7', se enmarca en el género policíaco, tirando a negro. Me recuerda un tanto a 'El Crack' de José Luis Garci, mezclado con 'El Pico' o 'La Caja 507'. Acción y drama anudados de modo maestro, absorvente, inquietante. Es el cine que necesitamos. No porqué tenga mucha dinámica, violencia o sexo, sino porque nos cuenta algo novedoso, desconocido. La película 'Lobo', basada en la vida del topo que la policía infiltró en eta, para mí, y para una gran mayoría que acudió al cine, y no salió defraudada, marcó en serio, callado y firme precedente: necesitamos historias nuevas.
La película la protagoniza Mario Casas. Está perfecto. Desgraciadamente, por reseñar un fallo, como muchos de los actores jóvenes de este país, rácanos de dicción, habla entre dientes, y no se le entiende exquisitamente. Quizá el teatro, que impone proyectar la voz a un público distante, les haría mucho bien, si lo trabajaran. Los secundarios, en asombrosa sinergia, hacen un trabajo espectacular, encabezados por el genio, Antonio de la Torre. De la Torre, junto a Eduard Fernández o Antonio Dechent, es uno de los actores más prolíficos y solicitados del país. Con razón. Son profesionales de verdad, dispuestos a dejarse odiar si el personaje lo requiere, sin mirar ni por un minuto, el club de seguidores que tienen.
Dirige la propuesta, Alberto Rodríguez, autor, si no me equivoco de 'El Traje', 'Siete Vírgenes' y la exquisita 'After'. Rodríguez cuida la fotografía, el ritmo, el casting, mima el guión. Cruza líneas de acción entre los intereses que rodearon a este turbio equipo de agentes. Políticos, yonquis, furcias, camellos, emociones desbordadas, al límite, romance, ternura, locura, droga. 10.
Jorge Arellano
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